Abonanzó y salieron a navegar...
Ella y la noche
La luna sintió miedo, pues eran juntas su amor envuelto en perfección
No tuvo más remedio que quedarse ahí, con titulo de espía
Viendo cómo las almas les brillaban claramente en función de su pura luz
Sintió la fragancia de una magia única, exquisita y deseó cantar
Cantarle al amor y a sus criaturas nocturnas
Sirenas grises con destellos épicos acompañaron la romántica velada
Sus arpas marinas parecían gritar por sexo y orgasmos inesperados
La enigmática mujer casi al borde de venirse en el mar
Se sentía desde sus entrañas poseída
Sus movimientos exultantes hicieron que las olas perdieran el control
Un viento envidioso de un amanecer aproximándose la llevó a sumergirse en aquellas olas tibias
El rosar de sus senos simétricos con aquel aire fresco exaltó su momento frenético
Ella imparable, abrazada por su lujuria y estimulada por la locura que aquellos entes le profesaban a su hermosura, dejo llevarse…
No hubo tiempo para pensar en su mortalidad fatal
A punto del éxtasis, vista solo desde las profundidades del mar y la distancia de las nubes
Le entregó su alma al cielo negro aguantando su ultimo respiro de oxigeno.
La noche tendida en su esplendor calló muerta después de expresar tan inmenso placer…
Y la luna no quiso perder su tan inmenso amor lésbico (aquella mujer con cabello de oro, parecía que le hubiera robado los ojos al sol) Incluso cuando para el mar y su noche ya no era más que materia en descomposición, ella bajó al ras de la marea y allí extendió sus pálidos brazos recogiendo absurda belleza perdida en diminutas partículas de agua y sal…
Casi hipnotizada por contemplar su atesorada figura mundana, la luna más que estando… Sintiéndose para entonces completamente llena, Se oculto buscando su rumbo al oeste.
Rebonito, resensible, recordable.
ResponderEliminar♥
ResponderEliminar¿ Me pregunto si la Luna aún la/s recuerda ?
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